La palabra “compromiso” tiene muchos matices en su
utilización y en su definición. Obligación contraída, palabra dada, cumplir
lo que has prometido…
El “compromiso ético”
quiere decir que las razones de esa obligación no son legales (cumplir la ley),
ni sociales (cumplir normas sociales), ni contractuales (porque lo he convenido
en un contrato). Son éticas. Una responsabilidad que adquieres contigo mismo. Y que
se caracteriza porque nadie te obliga: te obligas tú mismo.
Porque la ética funciona por convicción interna, es decir, porque estás íntimamente
convencido de que tal acción es la más correcta, la buena, la que debes y
quieres hacer, por ti mismo y por los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario